Un nuevo enfoque contra el cáncer

Han pasado 50 años después de haberse iniciado la lucha contra el cáncer, sin embargo, las personas enferman cada vez más jóvenes de cáncer, pasando de una media de 60 años a 40 y no parece claro que no existe una única "cura". [1]

Ahora mismo, nuestra mayor esperanza contra el cáncer, consiste en encontrar mejores formas de atacar el cáncer en estos tres frentes: prevención, tratamientos más específicos y eficaces, y detección temprana, exhaustiva y precisa.

¿Qué es el cáncer?

Quizá el motivo principal por el que el cáncer es tan mortal y tan aterrador, es porque aún no sabemos casi nada sobre cómo se origina y por qué se propaga.

Más bien, nuestra mayor esperanza ahora mismo consiste en encontrar mejores formas de atacar el cáncer en estos tres frentes: prevención, tratamientos más específicos y eficaces, y detección temprana y precisa.

¿Existen genes impulsores del cáncer?

Hace unos 20 años, el Instituto Nacional del Cáncer puso en marcha un enorme y ambicioso estudio llamado Atlas del Genoma del Cáncer, cuyo objetivo era secuenciar células tumorales cancerosas con la esperanza de encontrar los cambios genéticos precisos que causan diversos tipos de cáncer, como el de mama, riñón e hígado. En la investigación se encontraron genes impulsores del cáncer, como el TP53 (también conocido como p53, presente en la mitad de los cánceres), el KRAS (común en el cáncer de páncreas), el PIC3A (común en el cáncer de mama) y el BRAF (común en el melanoma). [2]

Una enfermedad causada por el crecimiento

Las células cancerosas se diferencian de las normales en dos aspectos importantes. Contrariamente a la creencia popular, las células cancerosas no crecen más rápido que las no cancerosas, sino que no dejan de crecer cuando deberían hacerlo.

De alguna forma extraña las células del cuerpo dejan de escuchar las señales del organismo que les indican cuándo crecer y cuándo dejar de hacerlo.

Los expertos creen que este proceso comienza cuando las células normales adquieren ciertas mutaciones genéticas.

Células que aparecen donde no deberían de estar

La segunda propiedad que define a las células cancerosas es su capacidad para desplazarse de una parte del cuerpo a un lugar distante donde no deberían estar.

A esto llamamos metástasis y es lo que permite que una célula cancerosa de la mama se extienda al pulmón. Esta propagación es lo que hace que un cáncer pase de ser un problema local y manejable a una enfermedad sistémica y mortal. [3]

Un nuevo enfoque en la estrategia contra el cáncer

El cáncer y la disfunción metabólica están relacionados y son cada vez más difíciles de ignorar en los círculos médicos. La obesidad y la diabetes tipo 2 se están convirtiendo en epidemias y aumentan el riesgo de cáncer.

Entre el 12% y el 13% de los casos de cáncer en todo el mundo son atribuibles a la obesidad.

La inflamación crónica, la resistencia a la insulina y la absorción de glucosa por las células cancerosas son factores importantes en la relación entre el cáncer y la disfunción metabólica.

mayor riesgo de desarrollar cáncer por el peso

La diabetes de tipo 2 también aumenta el riesgo de padecer determinados tipos de cáncer, hasta el doble en algunos casos (como los cánceres de páncreas y de endometrio). Y la obesidad extrema (IMC ≥ 40. El Índice de Masa Corporal (IMC) es una medida que se utiliza para evaluar el peso corporal de una persona en relación con su altura. Tener un IMC superior a 40 se relaciona con un 52% más de riesgo de muerte por todos los tipos de cáncer en los hombres, y un 62% en las mujeres.

Hay mucha investigación en la asociación entre obesidad, diabetes y cáncer está impulsada principalmente por la inflamación y factores de crecimiento como la insulina.

La evidencia demuestra que las terapias metabólicas y los cambios en la alimentación ayudan a ralentizar el crecimiento de algunos cánceres y reducir el riesgo de cáncer. La restricción calórica puede proporcionar cierto grado de protección contra el cáncer en humanos. Es posible abordar los factores metabólicos que alimentan el cáncer, y es importante hacerlo para reducir el riesgo de cáncer. [4]

"La activación de la telomerasa es un proceso importante en la lucha contra el envejecimiento y la prevención del cáncer. Se ha demostrado que ciertos compuestos, como el cycloastragenol y el resveratrol, pueden estimular la actividad de la telomerasa y, por lo tanto, tienen el potencial de mejorar la salud celular y prevenir enfermedades relacionadas con la edad."

  • Dr. Mark Rosenberg, médico especializado en medicina preventiva y anti-envejecimiento.

Estudios que han encontrado una relación entre el envejecimiento y el cáncer

Un estudio publicado en la revista The Lancet Oncology en 2014 encontró que la reducción de los telómeros (un marcador del envejecimiento celular) se asoció con un mayor riesgo de desarrollar cáncer en una población de más de 31,000 personas. [5]

Un estudio publicado en la revista Aging Cell en 2016 encontró que la longitud de los telómeros se correlacionaba inversamente con la frecuencia de cáncer en una muestra de más de 792 personas. [6]

Un estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention en 2017 encontró que la reducción de la telomerasa (una enzima que mantiene la longitud de los telómeros) se asociaba con un mayor riesgo de cáncer en una muestra de más de 3,500 personas. [7]

Un estudio publicado en la revista Cancer Prevention Research en 2019 encontró que la suplementación con una combinación de nutrientes antiinflamatorios y antioxidantes se asociaba con una reducción significativa de la inflamación sistémica y una reducción del riesgo de cáncer en una población de más de 1,000 personas. [8]

Un estudio publicado en la revista Clinical Cancer Research en 2020 encontró que la suplementación con un nutriente antiinflamatorio específico (la curcumina) se asociaba con una reducción del envejecimiento celular y una disminución del riesgo de cáncer en una muestra de más de 40 personas. [9, 10, 11, 12]

Resumen

Es cierto que la relación entre el cáncer y la disfunción metabólica es un tema cada vez más relevante en la comunidad médica. Hay varios estudios que sugieren que la disfunción metabólica, como la resistencia a la insulina y la obesidad, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer y también puede estar asociada con un peor pronóstico para los pacientes con cáncer.

Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Cancer Research en 2015 encontró que la resistencia a la insulina se asociaba con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.

Otro estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention en 2017 encontró que la obesidad se asociaba con un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, colon, ovario y próstata.

La disfunción metabólica puede ser un factor importante en el desarrollo y la progresión del cáncer, y los médicos están prestando cada vez más atención a esta relación en la práctica clínica.

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