¿Qué es un radical libre?
Un radical libre es un átomo o molécula que contiene un electrón desapareado (o que se encuentra solo en su orbital por lo tanto no hay otro electrón que gire en el espín opuesto) en su orbital exterior. Cuando no tienen a su pareja, los electrones se vuelven muy inestables, razón por la que los radicales libres son tan reactivos. Para entenderlo más fácilmente, podemos decir que, para volver a su equilibrio, el radical libre intenta robar electrones a las moléculas que se encuentran a su alrededor. A su vez, la molécula a la que han robado un electrón se convierte en un nuevo radical libre, de forma que se inicia una reacción en cadena que provoca cambios en la estructura química de las células y, por lo tanto, puede ser muy dañina.
En un organismo normal la combustión química del metabolismo aerobio produce sustancias oxidantes altamente reactivas, tales como: el anión superóxido, peróxido de hidrógeno, entre otras, que también se pueden generar por otros factores como la contaminación ambiental, la exposición al humo de tabaco o vapeadores, alimentos procesados, medicamentos o por la exposición a pesticidas.
En condiciones fisiológicas, el organismo neutraliza los radicales libres con enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa que tiene como función catalizar la reacción que inactiva al radical libre superóxido transformándolo en especies químicas menos reactivas, o la glutatión peroxidasa que desempeña un importante papel en la defensa antioxidante por su localización en todos los órganos y tejidos (como parte del sistema antioxidante del glutatión) por lo que está involucrada en la fisiopatología de varias enfermedades; entre otras funciones. Si la capacidad de control de las sustancias oxidantes por sistemas antioxidantes es superada cambia el balance a favor de la oxidación y se establece el estrés oxidante, que puede provocar grandes daños a células y biomoléculas, como ácidos nucleicos, proteínas, polisacáridos y lípidos.
Actualmente se sabe que el estrés celular contribuye a procesos inflamatorios y disfunción endotelial (evento que precede los cambios morfológicos característicos de la aterogénesis y contribuye al desarrollo de complicaciones de la placa ateroesclerótica), considerado este último como el factor de riesgo principal de enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué se forman los radicales libres?
Los radicales libres se producen continuamente y de forma natural en nuestro organismo. No obstante, hay circunstancias que aumentan el número de radicales libres. La exposición solar, la contaminación y hábitos poco saludables como el tabaco y el alcohol son algunas de las principales causas de aparición de los radicales libres.
Aunque muchas moléculas pueden formar radicales libres, las especies reactivas del oxígeno son las más preocupantes, siendo especialmente dañinos el anión superóxido (O2) y el hidroxilo (OH). ¿No es paradójico que sea precisamente el oxígeno, un elemento vital, el que cree radicales libres tan dañinos? Esto ocurre porque durante el metabolismo del O2 que respiramos se pueden generar radicales libres y acumularse en las células, dañándolas gravemente.
Radicales libres y antioxidantes
Los antioxidantes son unas sustancias capaces de protegernos de los radicales libres y neutralizar sus daños. Para neutralizar a los radicales libres, los antioxidantes les ceden uno de sus propios electrones. Al ceder un electrón, el antioxidante se oxida pero ya ha cumplido su objetivo: detener la reacción en cadena iniciada por los radicales libres.
Esta facilidad para actuar con los radicales libres se debe a que los antioxidantes poseen grupos hidroxilos (OH) unidos entre sí por anillos bencénicos. Gracias a esta estructura, los antioxidantes pueden donar fácilmente átomos de hidrógeno a los radicales libres, de forma que los neutralizan, al tiempo que los antioxidantes mantienen su propia estabilidad.
Los efectos de los radicales libres pueden ser tan dañinos que oxiden las vitaminas antes de que estas puedan regenerarse. Sé consciente de que los antioxidantes pueden ayudar a paliar los efectos de los radicales libres pero no son mágicos. Aunque producimos antioxidantes de forma natural, en ocasiones estamos tan expuestos a los radicales libres que esos antioxidantes endógenos no son suficientes. Por esta razón, es recomendable reforzar nuestro sistema de defensa con antioxidantes exógenos, que podemos obtener tanto mediante la dieta como a través de la suplementación.
Radicales libres y su papel en las enfermedades crónico-degenerativas, Octavio Maldonado Saavedra, Eric Nahúm Jiménez Vázquez, Mario Roberto Bernabé Guapillo Vargas, Guillermo Manuel Ceballos Reyes, Enrique Méndez Bolaina
¿Qué son los radicales libres y por qué debes prestarles atención?, Zschimmer & Schwarz